A la testigo CLAVE Helge Busching le han diagnosticado cáncer, según escuchó el tribunal ayer, lo que representa un golpe potencial a las perspectivas del caso Madeleine McCann.

El hombre de 53 años denunció a Christian Brueckner a la policía después de preguntarle sobre la joven desaparecida y responderle: “Ella no gritó”.

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Pero el tribunal escuchó que el testigo, que prestó declaración esta semana, se negaba a recibir tratamiento y tal vez no le quedara mucho tiempo de vida, lo que plantea la posibilidad de que el caso Madeleine no llegue a tiempo al tribunal.

Otro testigo clave en la investigación de Madeleine, Manfred Seyferth, también ha sido diagnosticado con la enfermedad.

El ex amigo de Brueckner, Michael Tatschl, de 50 años, habló sobre Busching en el Tribunal Regional de Braunschweig: “Dice que, según su diagnóstico, no le queda mucho tiempo”.

La fiscalía dijo que, en última instancia, los testimonios grabados podrían leerse en voz alta si fuera necesario.

Busching reveló anteriormente que detectives británicos volaron a su encuentro y pasaron tres días entrevistándolo sobre la desaparición de Madeleine.

También dijo al tribunal a principios de esta semana que fue el “mayor fracaso” de su vida no denunciar a Brueckner antes.

Encontró vídeos de violaciones en la casa de Brueckner en 2005, pero no reveló los horrores que mostraban.

Madeleine, de tres años, desapareció el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz, Portugal.

Sus padres la habían dejado a ella y a sus hermanos pequeños durmiendo en su apartamento de vacaciones mientras cenaban en un bar de tapas cercano.