La mayoría de los padres, educadores y formuladores de políticas coinciden en que los niños deben comer alimentos saludables. Sin embargo, nuestro artículo revisado por pares sugiere que la estrategia que los adultos suelen utilizar para lograrlo a veces puede resultar contraproducente. Afortunadamente, existe una solución fácil.

Nosotros, junto con nuestros colegas académicos en advertising and marketing Lingrui Zhou y Gavan Fitzsimons, llevamos a cabo cinco experimentos con más de 3800 padres, así como 10 entrevistas en profundidad. Descubrimos que los padres tienden a elegir alimentos poco saludables para ellos mismos después de elegir una comida saludable para sus hijos pequeños. Esto sucede porque los padres dijeron que no están seguros de si su hijo comerá sus platos saludables, por lo que usan su propia comida como respaldo para compartir y asegurarse de que su hijo al menos coma algo.

Esta dinámica no es best. Por un lado, podría dar lugar a que los padres coman alimentos poco saludables, y los niños también podrían acabar comiendo de forma poco saludable si comen principalmente del plato de sus padres. Además, no da un buen ejemplo de alimentación saludable.

¿Cómo entonces cambiar esta dinámica?

Después de probar varias intervenciones, una se destacó como particularmente basic y efectiva: incitar a los padres a pensar que sus comidas son propias, en lugar de opciones de respaldo para sus hijos.

Nos asociamos con una guardería que estaba interesada en promover una alimentación más saludable entre los niños. A los padres asociados con la escuela se les ofreció una cena acquainted gratuita. Los padres primero eligieron una comida para sus hijos de un menú infantil saludable. Luego eligieron una comida de un menú que tenía una combinación de opciones saludables y no saludables. La mitad de los padres, asignados al azar, vieron un menú que los llevó a pensar en su propia comida como “¡para ti y solo para ti!”. La otra mitad no vio este estímulo adicional para pensar que su propia comida period sólo para ellos.

Esta intervención fue exitosa: al alentar a los padres a pensar que su comida period propia, hizo que alrededor de un tercio fuera más propenso a elegir la opción saludable para ellos mismos.

Nuestros hallazgos sugieren que los formuladores de políticas y las escuelas tal vez quieran considerar el papel que desempeñan los padres (y sus elecciones de alimentos) en los esfuerzos por fomentar una alimentación saludable entre los niños. En cuanto a los padres, sugerimos rechazar el plan de respaldo y asegurarse de que tanto ellos como sus hijos coman de manera nutritiva.